Usos:
Limpieza y desoxidación de las joyas y de los metales no nobles (aleaciones) que contienen las piezas de joyería, óptica, relojería, etc., así como de los recubrimientos galvánicos (baños) con aleaciones de oro, plata...
A diferencia de cualquier otro sistema de limpieza y abrillantado de joyas, esta máquina devuelve el color original de la joya sin producir ninguna pérdida de peso (merma), con un tiempo de inmersión de pocos segundos (dependiendo de la suciedad de las piezas).
El producto limpiador, una vez limpia y desoxidada la pieza, deja una película protectora que retrasa la posterior oxidación. Dicha película no es un barniz ni una laca, por lo que el metal no pierde su aspecto natural.
El limpiador de joyas y el producto no perjudican en absoluto las piedras preciosas y semipreciosas, resinas, perlas... Se debe tener cuidado con aquellas piedras que tienen un tratamiento superficial de aceites u otras sustancias correctoras de color, como es el caso de la mayoría de las esmeraldas.
Forma de uso:
El producto se presenta concentrado y debe diluirse con agua destilada (preferentemente) en una proporción de 1:2 a 1:4 (un litro de concentrado por dos de agua, o hasta cuatro litros de agua). A más concentración mayor rapidez en el tratamiento.
La cuba debe llenarse hasta 2 cm. por debajo del borde de la misma, siendo el nivel mínimo de uso 2 cm. por encima del aro del electrodo. Se aconseja trabajar siempre al nivel máximo. Se debe restablecer este nivel a partir del compuesto ya diluido.
La máquina debe conectarse a red a 220 V. Colgar la pieza a limpiar del gancho conectado a la máquina y sumergirla totalmente en el producto por la parte central de la cuba. Hay que evitar que la pieza a limpiar toque el electrodo. Para que el proceso se lleve a cabo, se debe accionar el conmutador, antes o después de sumergir la pieza, con lo que se enciende el indicador luminoso rojo.
El tratamiento tiene una duración variable, dependiendo del estado de la pieza, con un tiempo medio aproximado de 15 segundos. Se puede repetir el proceso tantas veces sea necesario hasta conseguir el aspecto original de la joya.
Tras el proceso, aclarar la pieza en agua destilada y dejar secar. Si se seca con un paño o similar se pierde la película protectora, por lo que se recomienda una secadora de aire caliente (si se precisa un secado rápido).
Mantenimiento:
El limpiador de joyas funciona única y exclusivamente con su producto especifico. Recuerde mantener siempre el nivel óptimo.
Se recomienda tener siempre limpio el anodo interior metálico, ya que es el que atrae las partículas suspendidas (suciedad) en el producto que se extraen de las piezas tratadas.
Cod.MAQ1